
Alejandra Maldonado es creadora escénica con amplia trayectoria teatral; ha formado parte del elenco de importantes producciones para la Compañía Nacional de Teatro; producciones del INBAL, UNAM así como de producciones independientes.
Su trayectoria televisiva también es relevante y actualmente está al aire en Televisión nacional con “Incorregibles de Santa Martha” por Canal 5 y VIX.
En exclusiva para Arial 10, Alejandra respondió 5 preguntas sobre actuación:
-¿Tienes algún ritual antes de actuar?
Sí, todo el proceso de caracterización es una meditación para entrar en personaje, pues considero a éste como un ser que vive y piensa con independencia. Mientras me maquillan y me visto pienso que el personaje eligió esa ropa por alguna razón en especial ese día y eso detona mi imaginación para poder “entrar” en personaje.
-¿Crees en la suerte para conseguir trabajo?
Creo que es una mezcla de voluntad, disciplina, fe y azar.
-¿Qué es lo mejor y lo peor de ser actriz?
Lo mejor es poder servir de canal de comunicación entre el equipo creativo y el público; además de tener la capacidad de dar vida y al mismo tiempo sentirme viva.
Lo peor es el duelo constante por cada fin de proyecto, el vacío que deja y la incertidumbre constante.

-¿Cuál es el oso más grande que te ha pasado en escena?
Una vez estaba con mi periodo y en algún punto pensé en cambiarme la toalla sanitaria y me la puse en el bra para ir al baño en cuanto se pudiera, cuando terminé la función me di cuenta que todo el tiempo la toalla se asomaba en mi escote. Fue el debut y despedida de esa toalla indiscreta.
-¿Cómo controlas los nervios antes de salir al escenario?
Me digo: estos latidos acelerados, este sudor en la manos, estos nervios son porque estoy enamorada de lo que hago y éste es un amor correspondido: no hay nada que temer.
-Tu consejo más poderoso para todos aquellos que quieren dedicarse a la actuación.
Actuar es fácil, pero es frágil. Dedícale tiempo con amor y cuidado.
¿Cómo cultivas a tu actriz?
Para mí la actuación no es una profesión, sino una condición. Toda mi vida, todas las horas son para mi actriz, todo lo que veo, toco, huelo, escucho, saboreo y presiento es para mi actriz.